Ellos van conmigo.

martes, 31 de julio de 2012

Había una vez...(post conmemorativo,2 añitos!)

Había una vez una chica, que no sabía mucho de Internet pero había hallado una gran pasión y deseaba fervientemente compartirla, saber más sobre ella...y así, sin querer encontró un universo entero que la estaba esperando...
Quisiera ser Amanda es el nombre que eligió para nombrar a su blog(ya que de esto se trataba) porque resumía todo lo que soñaba:una chica moderna que ama a Pride and Prejudice y a  Mr.Darcy viaja en el tiempo y tiene la posibilidad de reemplazar a Elizabeth Bennet en aquella adorada historia. Esa chica es Amanda Price (de la miniserie británica Lost in Austen-2008)
Decidió que su alias sería Princesa Jazmín e inició una aventura sin saber cual sería su resultado, pronto halló a personas maravillosas que le abrieron su corazón virtual y el pequeño blog sólo la llenó de alegría y satisfacción.
Hoy, se cumplen dos años de aquel día.
Muchas cosas han pasado en este tiempo y ya no soy la misma persona que era entonces, algunos cambios se han reflejado en el blog y otros no, pero siempre que tuve que dejarlo por falta de tiempo he tenido que volver, porque se convierte en una adicción muy difícil de reemplazar.
Se desarrolla una especie de "perspectiva blogger" que rige todos los aspectos de la vida, ustedes me dirán si no les pasa lo mismo: cuando te ocurre una situación peculiar o sucede algo maravilloso o simplemente lees un libro fabuloso o ves una película y ya estás estructurando, en tu mente, la manera en que lo vas a volcar al blog, "tengo que hacer un post","esto lo tengo que poner en el blog", no es cierto?
Al tener un blog, obligatoriamente (y con mucho placer)leemos más, estamos en contacto con el mundo, conocemos infinidad de detalles que de otra manera no conoceríamos, sentimos esa indescriptible sensación de cercanía con alguien que comparte nuestros gustos(aunque esté a un millón de años luz), escribimos mejor, nos expresamos con la mayor corrección posible, exprimimos nuestro cerebro para hacer a las entradas atractivas y coherentes.
Quisiera ser Amanda es más que nunca mi rinconcito privado, en el cual puedo evadirme de todo y de cierta manera, viajar en el tiempo.
Compartir con tantas personas mi visión de la vida y ser parte de esta galaxia integrada por millones de pequeños planetas(o blogs) es una de las mejores experiencias de esta parte de mi vida.
Todavía tengo tanto para contar y compartir que a veces desearía tener más tiempo para hacerlo todo, ojalá pueda seguir mucho más con ustedes.
Quiero recordar, si me permiten, algunos buenos momentos de estos dos años pasados.
Hay blogs que ya no están, otros que se han modificado, pero recuerdo con especial cariño las novelas "Primeras Impresiones", "Inocencia y Perfidia" y "Miss Emily", que leímos por entregas semanales en los blogs de Akasha Bowman(ahora Elizabeth Bowman) y "Destinos Cruzados" y "La Daga Azul" de Eleanor Atwood(ahora Miranda Kellaway), ambas fabulosas escritoras que ahora mismo han dado el tan anhelado salto al papel.
Cómo disfrutamos de su talento capítulo tras capítulo! Infinitas gracias a las dos espléndidas damas por habernos regalado sus letras y toda la suerte que se merecen.
También quiero nombrar a MariCari, cuyos torrentes de humor, buen humor e imaginación siguen brotando con el mismo caudal que cuando recién la conocí. 
A la apreciadísima Wendy, quien tiene el honor junto a MariCari de ser las creadoras del afamado Club de los Pololos, que ahora tiene tantos miembros que ya no cabemos ni en Pemberley. Ambas nos proporcionaron inenarrables delicias en las reuniones del Club, y que ahora sigue activo con paseos de verano.
Wendy se tomó un tiempo fuera pero regresó con toda la fuerza y renovó los aires de su blog, así como mi querida amiga Rocely, alias Lady Darcy, en cuyo blog estamos leyendo ahora Emma, y que también nos había dejado un tiempito.
Gracias a ambas por seguir aquí.
Y hablando de Lady Darcy, quiero hacerle un pequeño reconocimiento, porque ella fue mi primera seguidora y lo más importante, mi primera amiga.
En su blog conocí a Pamela Aidan y desde allí se generó el contacto con el resto de mis amigas virtuales, como Scarlett, Aglaia(quien ha tomado la posta de las novelas y nos deleita con "Dime si es amor" en su blog), Luciana y Noelia, mis más antiguas :)
Infinitas gracias a todas ellas por compartir su cariño conmigo y estar aquí.

lunes, 16 de julio de 2012

Toby Stephens.Una fuerza de la Naturaleza. Y pequeño análisis de Rochester.

Presentación especial de Chicos del Siglo XIX y continuación del tópico Jane Eyre.


 Nuestro adorado antihéroe preferido Mr.Rochester fue encarnado por Toby Stephens en la miniserie de 2006 "Jane Eyre"(BBC-Susanna White).
Como ya saben, en mi opinión es el mejor Rochester que haya existido( seguido por Orson Welles en Alma Rebelde-1944), con sumo respeto hacia los excelentes actores que lo personificaron previa o posteriormente.
La novela transcurre aproximadamente en 1840, así que ya estamos en plena época Victoriana, que comienza en 1837.
Ya estamos ubicados muy lejos de la Regencia y ya atravesamos el período de la moda romántica, y los caballeros comienzan a adoptar las formas clásicas del período victoriano.
Edward Rochester es un terrateniente importante de su condado, pero debido a su pasado no frecuenta mucho la alta sociedad y prefiere estar lejos de Londres.
Al estar generalmente en su casa o montando a los alrededores y por su propio carácter sombrío, lo veremos siempre con una vestimenta discreta con un predominio casi total de los colores oscuros y el negro.
Corbatas oscuras también, y al estar a la intemperie usará un abrigo de paño oscuro muy abrigado y cuando conoce a Jane lleva sombrero, botas altas y guantes.
En el libro se describe este capote con todo detalle, aunque el de la miniserie no se parece taaanto.
Aquí lo vemos en el momento en que se conocen.
Quisiera destacar en este punto del análisis, el excelente trabajo de los diseñadores de vestuario en cuanto a la gran ayuda visual del cuerpo de Rochester, fíjense cómo hace parecer a Toby mucho más fornido y ancho de lo que es realmente. Como sabrán, en el libro Jane lo describe de este modo.
Recordarán que en este período los caballeros tendían más a la discreción que a lo llamativo en cuanto a sus ropas y que ya se usaba la corbata, pero todavía estaban en boga los cuellos de las camisas altos, acariciando el mentón.
Sin embargo en algunas oportunidades Rochester sale de su sobriedad habitual y lo vemos utilizando un cravat níveo y vaporoso, que ya estaba algo pasado de moda, pero coincide con la época de su primera juventud.
Durante la visita de Blanche Ingram y su séquito a Thornfield, Rochester experimenta una suerte de transformación durante la cual se viste con sus mejores atavíos y despliega su capacidad de seducción y civismo.
Ya no es el malhumorado amo de Jane sino un encantador caballero de sociedad, que sabe cómo conquistar y entretener a sus invitados.
En las elegantes cenas nocturnas lo veremos con un traje azul oscuro de excelente corte, pantalones ceñidos y zapatos de gala, adornado por el cravat y un precioso chaleco en color crema, que le dan luminosidad al rostro de Toby, un acierto de los vestuaristas coincidente con la otra cara de Rochester
Pero el conjunto que me resulta más interesante es su atuendo de cabalgar: una chaqueta larga en color rojo intenso, pantalones ajustados en gris, las botas altas, un chaleco dorado con rayitas realzado por el blanco cravat.


Cuando Jane retorna de la casa de su tía y luego de la declaración, el caballero volverá a sus prendas habituales pero ya no en colores oscuros, nuevamente coincidiendo con el estado de su corazón.
Finalmente tenemos el atavío del tormentoso caballero durante su malograda boda con Jane, con su elegante traje de gala, y vale decir que está muy atractivo.
Luego tenemos las escenas en las que intentará persuadir a Jane de quedarse a su lado, ya dejando de lado la chaqueta y quedando en mangas de camisa y como sabrán las damas que gustan de esta versión, mostrando el lado más sensual de Rochester.
Ya sobre el final de la miniserie, con el caballero reconciliado con la vida y el amor, junto a Jane y sus hijos vemos su último atuendo, en tonos marrones claros.
Todo esto podemos decir acerca del tópico vestuario. Pasemos ahora a la segunda parte, quieren?
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Pequeño análisis del personaje:
Qué fantástico desafío debe de ser para un actor encarnar a Edward Rochester...y a la vez qué atemorizante. Cómo un hombre de carne y hueso, nacido en nuestra época puede exteriorizar la fantástica escencia de esta criatura fascinante y llena de contradicciones? tal vez uno de los héroes más complejos que haya dado la literatura romántica, un hombre adelantado a su época, terriblemente apasionado, con una ternura feroz que te llega hasta la médula, peligroso como una fiera pero capaz de la alegría más inocente y el amor más puro.
No resulta acaso malévolo y cruel durante la jugarreta que le hace a Jane para descubrir sus sentimientos durante la estadía de Blanche? pero terriblemente tierno al confesar a Jane que jamás vió en esa señorita nada que lo atrajera en lo más mínimo... pero ella, la pequeña institutriz hace latir su corazón despedazado por el pasado y lo hace querer pelearse con el mismísimo Dios para conservarla a su lado?
Un personaje que comienza como un caballero lleno de misterios, irritable y difícil de tratar,  se convierte después en un enamorado vehemente y al final, castigado por sus pecados, acabado, ciego, lastimado pero, al fin, redimido y reconciliado con la divinidad.
Qué arco de emociones, qué cantidad de sentimientos!
Y todavía nos queda la gran paradoja de su aspecto físico, el hombre considerado feo pero a la vez lleno de poder, inteligencia y talento. Con una personalidad avasalladora, carismática , a Rochester le importa un bledo su apariencia y esto es lo que le brinda su innata atracción.
Él es poderoso y vital, como el fuego(con este elemento lo compara Jane en algún momento).
También tiene algo de monstruo y villano, pero su corazón es bueno, generoso y no es realmente capaz de ningún acto de maldad verdadera, no olvidemos que cuida a Adele y a su esposa loca lo mejor que puede.
Rochester tiene lo que ahora llamamos el "sex appeal", el atractivo sexual que emana toda su persona y los demás llegan a sentir, pero que él sólo utiliza para conquistar a Jane, su relación no es tímida ni pacata, ambos son apasionados por naturaleza, y la historia de Charlotte Bronté transmite eso en sus páginas, en algunas escenas que si bien no son descriptivas al estilo moderno, lo dejan traslucir notablemente.
He leído que Charlotte admiraba a Lord Byron y mucho de esta fascinación lo plasmó en su héroe. De allí este carácter complejo y sensual de Rochester.
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Todas estas características se amalgaman en la interpretación de Toby Stephens, actor británico de larga carrera en teatro, cine y radio.
En 2006 tenía la edad ideal , ya que contaba con 37 años, que es aproximadamente la edad del señor Rochester.
Británico y con la estatura correcta( 1,80), este hombre estaba acostumbrado a interpretar a villanos y tipos despreciables.
Creo que éste fue el gran acierto de su elección, ya que posee la ambigüedad necesaria para transmitir esa complejidad de la que hablamos.
Puede aparentar a la perfección las dos caras de Rochester, como el ying y el yang.
Y además es guapo, pero no guapo al uso como Jude Law o la belleza perfecta de J.D., sino con ese toque de imperfección necesario para el rol.
Toby tiene ese atractivo un poco perverso y algo peligroso, (como Richard Armitage), y si quiere, puede ser frío y sarcástico.
Él modernizó al personaje y se atrevió a brindarle toda esa sensualidad que Rochester posee, su Rochester es sexy, intensamente sexy.

El único problema es que Toby  más que rubísimo, es pelirrojo, cuando sabemos que Rochester es moreno, con espléndidos ojos negros y cabellera oscura.
Lo de los ojos no hubo nada que hacerle, pero los responsables de la miniserie transformaron muy bien a Toby. Y, sus patillas, y su enrulada melena oscura quedaron fabulosas.
Increíblemente, es el único actor( de todas las adaptaciones) que realmente tiene el cabello como lo describe la autora en el libro.
El momento en que más se destaca la interpretación de Toby es en la parte final de la historia, poniendo a flor de piel la vulnerabilidad de Rochester y su inmenso dolor por la pérdida de su fuerza, independencia y del amor de su vida.
Cuando al fin la reencuentra, toda la felicidad del mundo se plasma en sus gestos y en su rostro.
Y aunque se podría criticar a los realizadores por "suavizar" demasiado las lesiones del caballero, hay que decir que la actuación de Toby es magistral y es casi como ver exactamente lo que sucede en el libro.
Con estas palabras concluyo con este pantallazo a ese héroe oscuro y fascinante, que puede hacerle la competencia en nuestros sueños al inestimable Mr.Darcy.
Espero les haya gustado.
Un abrazo!

jueves, 5 de julio de 2012

¿Me está usted mirando, señorita Eyre?¿Es que me encuentra guapo?

Siguiendo con Jane Eyre, quisiera reflexionar un poco sobre el tratamiento que le da Charlotte Bronte al clásico y tantas veces cuestionado tópico de la belleza física.
No soy analista literaria ni mucho menos, así que
no tengo idea si el modo de enfocar este tema fue novedoso para la época en que la historia fue escrita, pero cuando la leí me pareció que no muchos autores habían profundizado tanto y con tal sensibilidad aquel lema de "la belleza está en los ojos del que mira".
Creo haber leído que Charlotte quería desafiar la costumbre de que los protagonistas de las novelas debían ser, casi por obligación, hombres apuestos y jóvenes bellísimas.
Así que creó a Jane y a Edward, que no se destacan por su belleza sino por su temperamento y su pasión.
Además, a diferencia de las historias de Jane Austen, ellos dos se mueven bastante lejos de la sociedad y sus obligaciones sociales, aunque asistimos a típicas fiestas y actividades de este tipo en Thornfield Hall.


Me resulta interesante además, que dos de los personajes secundarios poseen todos los dones de la plenitud femenina y masculina, pero en cambio carecen de alma y muestran defectos más imperdonables como la vanidad y el egoísmo.
Son St.John y Blanche Ingram, claro.
Charlotte los describe como bellísimos, pero no les llegan ni a los tobillos a la imperfecta Jane o al "feo" señor Rochester.


En el caso de Jane, es la idea (que me resulta sublime) de que el amor y la dicha que éste proporciona pueden embellecer hasta a la mujer más insignificante. Escuchemos este fragmento:
"Mientras me peinaba, me demostró el espejo que ya no era fea. Brillaba en mi semblante una expresión de esperanza y una nueva vida corría por mis venas. Me figuraba haber descubierto el manantial de venturas, y mis ojos, bañados en sus aguas, brillaban con profundo resplandor. Muchas veces había temido la mirada del señor Rochester, creyendo que no podría complacerse en mi rostro; pero entonces ya no me importó elevarla hacia el suyo, y estaba segura de no disminuir por ello su amor hacia mí.
Nunca traje alguno me favoreció tanto, pues nunca le había llevado con tanta felicidad en el corazón"
                                   
"-Jane, hoy estás sonriente, alegre, fresca y bonita, verdaderamente bonita. ¿Es éste mi pálido duendecillo? ¿Eres el mismo granito de mostaza?..."


Con respecto al señor Rochester, la misma Jane Eyre deja en claro desde el principio que no es un hombre guapo en el sentido estricto, pero son su carisma y energía que lo hacen atrayente.
Su personalidad es más importante que su aspecto.
Y a medida que Jane se enamora, cada vez se vuelve más atractivo a sus ojos, ya que lo mira con ojos enamorados.
Un fragmento:
"estoy convencida de que casi todo el mundo lo juzgaría como un hombre feo; y, sin embargo, había tanta arrogancia inconsciente en su porte, tal naturalidad en sus movimientos, tal indiferencia respecto a su físico, y demostraba tanta confianza  en la fuerza de sus cualidades morales, que todo ello compensaba la falta de belleza de su persona y, al verle, se sentía uno indiferente también ante la belleza y confiado a su altivo orgullo."
                                       
"para mí no sólo era hermoso, sino mucho más: era interesante, me dominaba, me sugestionaba, me atraía de tal modo, que llevaba todos mis sentimientos hacia él"
Es notable que durante el transcurso de la historia, Jane se preocupa muchas veces por no ser lo suficientemente bonita o de una posición social demasiado inferior, y el señor Rochester sufre por sus defectos y sus misterios temiendo no ser merecedor de ella.
Jane y el señor Rochester se miran desde el principio de otra manera, como intuyendo en el otro a la única persona que los entendería en el mundo, lejos de la sociedad hipócrita, ya que de algún modo ambos son rebeldes y un pelín revolucionarios.
No me canso de este libro y mis más humildes reverencias al talento de Charlotte Bronte que nos regaló estos personajes y este romance.
Me quedaré pensando acerca de las almas gemelas para un próximo post...
P.D: no son lindas las imágenes? las hallé en la red y me gustaron mucho :). 
P.D bis:La versión de Zeffirelli es muy buena, creo que Charlotte Gainsburg se acerca mucho a la Jane original, al menos en cuanto al rostro y la mirada.
Un abrazo!

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